
¿Es de mala educación llevar tu propia cristalería a un restaurante?

Todos los profesionales del vino coinciden en que las copas adecuadas son esenciales para disfrutar de una experiencia óptima al beber vino. Si bien es posible que no necesite necesariamente un juego de vasos aparte para Riesling, Chardonnay, Cabernet Sauvignon, etc., es importante tener al menos un vaso sólido y universal para resaltar los aromas y sabores naturales del líquido.
Pero ¿qué pasa si la cristalería de un restaurante no cumple del todo con los requisitos? Si planeaba derrochar en una botella costosa o traer un vino preciado de su colección personal, ver vasos sin pie o tazas de agua como la única opción puede arruinar toda la velada. Entonces, ¿llevar tu propia cristalería a un restaurante es alguna vez una opción? ¿O sería de mala educación?
VinePair le pidió consejo a Jin Ahn, director general de noreetuh, un restaurante hawaiano en el East Village de Nueva York.
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“Como ocurre con casi todo en la vida, depende”, dice Ahn. “Si el restaurante confía bastante en sus copas y no quiere lidiar con equipos de servicio externos que ingresan a su negocio, entonces sería de mala educación. Depende de las políticas del restaurante y del respeto que los comensales sean con estas actitudes. Si el restaurante y los comensales tienen un entendimiento común, todo está bien”.
Lo mismo ocurre con los restaurantes BYOB. Aunque muchos pueden suponer que los espacios BYOB son más accesibles para los huéspedes que traen sus propias copas, siempre es mejor comprobarlo con antelación. Además, una buena regla general es no responsabilizar al personal del restaurante de la limpieza y el mantenimiento de los vasos.
Ahn señala que también es importante recordar que cada empresa opera de manera diferente. Entonces, si una empresa te permite llevar gafas, no puedes estar seguro de que otra hará lo mismo.
Para Ahn, todo se reduce a la comunicación. Si está pensando en traer sus propias copas de vino a la cena, sugiere simplemente llamar o enviar un correo electrónico y preguntar si está bien. “Si no es un gran problema para el restaurante, te sorprenderá cómo recibe este pequeño gesto de respeto por parte del equipo”, afirma.
Entonces, la próxima vez que planee organizar una degustación completa de mesa de 12 vasos en un restaurante, asegúrese de obtener primero la aprobación del personal.
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