Mejorar la resistencia a las plagas y la calidad de la uva –
Dr. Smith completó su doctorado en genética y adquirió experiencia en investigación en biología del desarrollo celular, molecular y vegetal en los Estados Unidos. En 2012 se mudó a Adelaida para dirigir el equipo de mejoramiento de portainjertos de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO). La atención se centra en el desarrollo de portainjertos resilientes al clima con resistencia a largo plazo a la filoxera y los nematodos agalladores para las condiciones australianas. "Estamos en un punto en el que la innovación en el mejoramiento de portainjertos ya no es un lujo: es una necesidad para el futuro de la viticultura en un clima cambiante", afirmó.
Qué importante es mantener la resistencia
La mayoría de los portainjertos que se utilizan actualmente en los viñedos fueron creados en Europa hace más de un siglo y, debido a la resistencia controlada por un único rasgo, no tienen la genética para mantener la inmunidad a las plagas del suelo durante un largo período de tiempo.
Por ejemplo, en California, los viñedos plantados con portainjertos como Freedom y Harmony, que albergan un único gen de resistencia al nematodo agallador, inicialmente proporcionaron inmunidad a esta plaga del suelo. Desafortunadamente, algunas de las poblaciones de nematodos endógenos de las raíces que habitan en el suelo han podido evolucionar con el tiempo y romper la resistencia controlada por un solo rasgo.
“El desafío es que plagas como los nematodos agalladores y la filoxera puedan evolucionar y adaptarse para alimentarse de material que contenga un solo gen de resistencia. Por lo tanto, es imperativo que trabajemos en el desarrollo de portainjertos que puedan permanecer resistentes durante un largo período de tiempo", explicó el Dr. Smith y enfatizó la urgencia de su trabajo.
Además, el cambio climático añade otra capa de complejidad a la gestión de la viticultura. Los períodos de sequía limitan la disponibilidad de agua para los viñedos. En condiciones de sequía, el agua a menudo se vuelve salina, lo que provoca el deterioro de la calidad del agua. Además, los aumentos en la temperatura del suelo también pueden destruir la resistencia a los nematodos de las raíces y reducir la tolerancia a la sal de algunos portainjertos. “El cambio climático no es sólo un conjunto de riesgos actuales y futuros; "Está cambiando constantemente y afecta el rendimiento de los viñedos a diario", dijo el Dr. Herrero.
Creación de “documentos genéticamente diversos”
Para proteger los viñedos de las plagas, el equipo de Harley utiliza un enfoque de mejoramiento para apilar y combinar rasgos de resistencia a la filoxera y a los nematodos de las raíces en una serie de portainjertos genéticamente diversos. El equipo de Harley ha identificado varios rasgos de filoxera y nematodos agalladores de líneas parentales genéticamente distintas y está utilizando marcadores de ADN vinculados a estos rasgos para combinarlos en registros futuros. "Nuestro objetivo es desarrollar portainjertos genéticamente diversos con resistencia a largo plazo a la filoxera y a los nematodos agalladores para la producción vitícola australiana", explicó el Dr. Herrero.
Para reducir el impacto de los fenómenos climáticos en la producción de viñedos debido a la mala calidad del agua, el equipo de Harley también ha identificado genes que son tolerantes a la salinidad y está utilizando marcadores de ADN para combinar estos genes junto con los rasgos de resistencia. Además, el equipo también ha desarrollado sistemas de detección in vitro y en invernadero para seleccionar portainjertos que sean resistentes a los nematodos agalladores y tolerantes a la salinidad a temperaturas más altas del suelo. Además, se utilizan pruebas de campo con déficit de agua para seleccionar portainjertos que se desempeñen bien con riego reducido.
Curiosamente, los portainjertos también pueden influir en la calidad de la uva y el vino. “Varios documentos puede alterar los perfiles de sabor Y más aún, influyen en el color de los vinos tintos, lo que hace aún más compleja la selección de nuevos portainjertos”, afirma el Dr. Herrero. Este aspecto resalta la importancia de evaluar portainjertos en ensayos de campo para evaluar no sólo los rasgos relacionados con el rendimiento sino también el impacto en las características de calidad de las uvas y el vino.
Después de seleccionar y evaluar estos documentos, el equipo de Harley estima que estos nuevos documentos podrían estar disponibles en 2032. Dado que este proyecto de investigación está financiado por Wine Australia y CSIRO, Harley y su equipo están trabajando con estas industrias para desarrollar formas de introducción que garanticen que los viticultores australianos tengan acceso a la nueva oferta de portainjertos tras su lanzamiento.
Una estrategia sostenible para el futuro
El trabajo del Dr. Smith y su equipo en CSIRO representan un importante paso adelante en el futuro de la viticultura, particularmente frente al cambio climático y la evolución de las amenazas de plagas. El enfoque innovador para el mejoramiento de portainjertos, que se centra en combinar múltiples rasgos de resistencia y abordar los desafíos relacionados con el clima, ofrece una estrategia sostenible Sostener la producción de uva en la viticultura australiana.
Estos nuevos portainjertos no sólo aumentan la resistencia a las plagas, sino que también mejoran la calidad de la uva y el vino, permitiendo a los productores adaptar la viticultura a este clima cambiante. Mientras la industria espera ansiosamente la liberación de estos portainjertos para 2032, está claro que el Dr. Los esfuerzos de Smith tienen como objetivo garantizar un futuro más resiliente y sostenible para la producción de vino.
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