Este cóctel Bar Contra literalmente sabe como si estuviera en el espacio
¿Alguna vez te has preguntado a qué sabe el espacio? Para ser honesto, nunca pensamos mucho en ello hasta que examinamos el menú del recién inaugurado Bar Contra en la ciudad de Nueva York.
En la lista de batidos de la coctelería del Lower East Side se encuentra el Sagittarius B2, una bebida que, según la carta, recrea "el sabor del centro de la galaxia". Si bien los bebedores pueden suponer que esta descripción es sólo una figura retórica, resulta que la afirmación es científicamente correcta. Entonces, ¿cómo sabe realmente el equipo del bar a qué saben las capas internas del universo y cómo recrearon esto en una bebida? Para responder a estas preguntas intergalácticas, VinePair recurrió a Dave Arnold, experto en bebidas y socio de Bar Contra.
Arnold recuerda haber encontrado un artículo sobre una nube de gas en el centro de la Vía Láctea llamada Sagitario B2 que despertó su interés. Describía los resultados de astrónomos que exploraron la posibilidad de vida en otros planetas y examinaron una enorme nube de polvo en busca de aminoácidos. Pero en lugar de los precursores de proteínas que esperaban, los científicos encontraron formiato de etilo, el compuesto químico que da el sabor a las frambuesas. También se sabe que huele a ron.
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"Supe de inmediato que quería preparar una bebida con él", recuerda Arnold. "Solo mejoró cuando supe que esta nube también contiene compuestos de cianuro". En las almendras amargas, el compuesto amigdalina se descompone en cianuro y benzaldehído, lo que le da su aroma al extracto de almendras. Arnold decidió que un Orgeat sería el complemento perfecto.
No sorprende que Arnold se inspirara en el mundo de la ciencia. Es ampliamente conocido por su enfoque altamente técnico de las bebidas y ha desarrollado brebajes innovadores en sus bares ahora cerrados Booker & Dax y Existing Conditions, así como en su libro Liquid Intelligence. El mayor problema de su último proyecto: combinar correctamente los ingredientes. Aunque el ron es la base estándar y la horchata de almendras es una adición natural al licor, las frambuesas son una oveja negra en el mundo de los cócteles y rara vez se usan fuera de Clover Club.
"Las frambuesas no se suelen utilizar en cócteles porque no tienen suficiente ácido para actuar como lima ni suficiente azúcar para actuar como almíbar, y son caras", señala Arnold. Para resolver este problema, implementó la técnica de ajuste de ácido, un método popularizado por el propio Arnold en Existing Conditions, y le dio a esta bebida, ya de por sí nerd, un toque aún más científico.
"Aumenté la acidez del jugo de frambuesa al 6 por ciento con un control de ácido", dice. "Entonces la bebida prácticamente se mezcló sola".
El cóctel Sagitario B2 resultante es de un impresionante color rosa brillante y se sirve en un vaso enfriado con nitrógeno líquido. ¿Y el sabor? Algunos dirían que está fuera de este mundo.
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