
La afición de Suiza por el queso extranjero refuerza la oferta local

Suiza es ampliamente conocida como destino de artículos de lujo producidos localmente. Con la abundancia de queso, chocolate y relojes de calidad que disfrutan las personas que viajan por todo el mundo, uno pensaría que a los lugareños les encantarían las delicias de su país de origen. Pero según un informe del periódico suizo Le Temps, Suiza importará más queso del que exporta este año por primera vez.
Aunque el queso fino ha sido durante mucho tiempo parte de la identidad cultural del país, según el New York Times, la balanza comercial de queso de Suiza se ha ido reduciendo durante décadas. La disolución de la industria suiza del queso se vio impulsada en 2007 cuando se liberalizó el mercado y se permitió al país comerciar dentro de la Unión Europea sin aranceles ni cuotas de importación o exportación. Suiza ahora exporta alrededor del 40 por ciento del queso que produce, y los datos de aduanas muestran que el país ha importado más queso por peso del que se vende en el extranjero.
¿Qué podría contribuir a la desaparición de una tradición tan fuerte? Parece que los suizos han desarrollado una mayor preferencia por los quesos extranjeros. Según la asociación láctea suiza Swissmilk, el 77 por ciento del consumo de queso en Suiza en 2007 consistió en variedades locales. Desde entonces, esa cifra ha caído al 64 por ciento debido a que la afluencia de queso de los países vecinos debido a las relajadas leyes de importación ha llevado a más locales a buscar quesos más baratos y suaves, en su mayoría de origen francés.
La lujosa reputación que ha hecho que el queso suizo sea tan valioso podría significar la perdición en esta economía del queso cada vez más globalizada. Suiza tiende a centrarse en las ofertas de alta calidad de los pequeños agricultores y, si bien esto da como resultado algunas ofertas de queso de lujo, muchos consumidores buscan opciones que ofrezcan una mejor relación calidad-precio. La fortaleza de la moneda suiza, el franco, frente al euro recientemente también ha significado que las importaciones sean significativamente más baratas que los productos locales.
Además de que los locales optan por queso importado más barato, los principales mercados de exportación del país, como Alemania, han tenido problemas con un aumento masivo de la inflación durante el año pasado, lo que ha provocado que cada vez menos personas elijan un buen queso. A medida que disminuye la cantidad de productores de leche en Suiza (la cantidad de productores de leche se ha reducido a la mitad en los últimos 25 años), esta tendencia podría amplificarse a medida que las ofertas del país se vuelvan más especializadas y caras.
En una entrevista con The New York Times, el director de Swissmilk, Daniel Koller, enfatiza que es importante que los productores suizos continúen elaborando queso para los consumidores de su país e insta a los lugareños a comprar productos locales que respalden el enfoque de Suiza en la alta calidad y la sostenibilidad.
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