Reinventando la experiencia del café colombiano
Examinamos cómo Travesía está teniendo un impacto positivo en la industria del café de especialidad en Colombia.
POR VASILEA FANARIOTI
CORRESPONSAL SÉNIOR EN LÍNEA
Fotos cortesía de Ana Gómez
Cuando visité Bogotá, me sorprendió lo mucho que la ciudad tenía para ofrecer en lo que respecta a cafés especiales. Uno de mis lugares favoritos fue El Pergolero, una hermosa cafetería en el corazón de la ciudad. Allí tuve la oportunidad de charlar con uno de los propietarios, Alejandro Ospina, y conocer todo sobre su empresa, Travesía.
La compañía ha lanzado muchos proyectos para impactar positivamente en la industria colombiana de cafés especiales. Desde la creación de una marca de cafés especiales y la publicación de un libro sobre las fincas cafetaleras colombianas hasta los impactos sociales y ambientales positivos, Travesía ha trabajado arduamente a lo largo de los años para promover el consumo de cafés especiales en Colombia de manera responsable.
Alejandro me contó sobre estos proyectos y compartió su visión del café de especialidad en Colombia. ¡Sigue leyendo para descubrir el increíble trabajo que están haciendo!
De tesis de diploma a empresa de cafés especiales
Alejandro escribió una tesis para su licenciatura en economía explorando formas de aumentar los ingresos y la riqueza de los caficultores en Colombia. Quería encontrar una forma de incentivar el consumo de cafés especiales en su país.
“Durante mi tesis de diploma conocí el café de especialidad y me di cuenta de que Colombia es uno de los productores de café de especialidad más grandes y reconocidos del mundo. Pero no hemos consumido casi nada de eso. Esto me permitió conocer a varias personas que trabajaban en la pequeña industria de servicios de cafés especiales en Bogotá. Y como me gusta decir, me tomé una verdadera taza de café colombiano por primera vez”.
Con fondos limitados, Alejandro y su hermano fundaron Travesía. Lanzaron un sitio web donde las personas podían reservar recorridos para aprender más sobre el café colombiano, un blog y una campaña de financiación colectiva. Con el dinero que recaudaron, pudieron entrevistar a caficultores de todo el país. Carlos, el hermano de Alejandro, usó este material para escribir un libro de no ficción sobre los caficultores en Colombia, del cual se agotaron 500 copias en seis meses.
Desde entonces, el equipo ha iniciado varios proyectos. Banna es su marca de café de especialidad. EatCoffee es una empresa enfocada en nuevas formas de consumir café. Además, Travesía ofrece servicios de consultoría para profesionales de la industria y se enfoca en iniciativas sociales y ambientales.
Navegar éxitos y desafíos
Banna Coffee ha logrado un gran éxito en la industria, y sus productos son reconocidos tanto por clientes como por otras marcas. Creen en un enfoque colaborativo; Compartir sus conocimientos y experiencias con otras empresas es fundamental para ellos.
“Nos encanta ver marcas nuevas todos los días y compartir nuestro conocimiento con ellas. Esto nos motiva a seguir innovando en la industria”, dice Alejandro. “El éxito de nuestros productos nos trajo reconocimiento por lo que nuevas personas en la industria buscaron nuestra asesoría para desarrollar sus proyectos en la industria. Es muy enriquecedor poder trabajar en tantos proyectos.”
El primer producto de EatCoffee, el Sloth Snack, también ha recibido un amplio reconocimiento por su buen sabor dentro del sector de cafés especiales en Colombia. Además, Carlos vendió los derechos de su libro, que celebra a los caficultores colombianos y sus diversas historias, a una editorial de gastronomía con la esperanza de encontrar pronto un traductor al inglés. De esta manera pueden compartir las historias de los caficultores colombianos alrededor del mundo.
Alejandro explica que el mayor desafío fue producir todos estos proyectos sin apoyo financiero. A pesar de ello, han invertido todas sus ganancias en desarrollar nuevos proyectos y tratar de innovar dentro de la industria para generar un impacto social y ambiental positivo.
“Otro desafío es convencer a los consumidores colombianos de que hay mejor café que el café comercial colombiano que encuentran en el supermercado”, dice Alejandro. “Pero sé que estamos compitiendo en un rango de precios muy diferente. Mientras que un café de especialidad en Bogotá puede costar alrededor de $2, una taza de café normal (y no muy buena) cuesta alrededor de 40 o 50 centavos... (a) diferencia enorme considerando el nivel de ingresos del país".
planes para el futuro
En el futuro, Travesía quiere extraer valor de toda la biomasa del café y utilizarla de forma innovadora. Un ejemplo es su barra de café, que está hecha de cápsulas de café, limo, pergamino y frijoles, lo que la convierte en un producto sin desperdicio. Además, promueven productos a base de café con cero emisiones de carbono y uso mínimo de agua para apoyar la reforestación.
Travesía paga a los caficultores de tres a cuatro veces sus ingresos habituales vendiendo café verde a la Asociación de Caficultores de Colombia. Creen que este modelo de negocios tiene el potencial de ser escalado y replicado en otros países productores de café, no solo en Colombia, y esperan expandir su éxito en toda la región.
SOBRE EL AUTOR
vasileia fanarioti (ella/ella) es corresponsal senior en línea para Revista Barista, y un redactor y editor independiente con un enfoque principal en el nicho del café. También fue redactora voluntaria para NPO I'M NOT A BARISTA, proporcionando contenido para educar a las personas sobre los baristas y su trabajo. Puedes seguir sus aventuras en thewanderingbean.net.
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