
La bodega neozelandesa utiliza la 'huella digital' del terroir para verificar la procedencia de los vinos finos

Pyramid Valley, con sede en North Canterbury, se asoció con la empresa neozelandesa Oritain, que se especializa en probar la procedencia de varios productos, y dijo que la capacidad del grupo para tomar las huellas dactilares del terroir de los viñedos es una posibilidad que ofrece para garantizar el origen de sus vinos finos.
Ambos socios sugirieron que el sistema podría ayudar a prevenir el fraude del vino en general, pero aún está en pañales.
Los vinos de la Colección Botánica 2020 de Pyramid Valley, que incluye vinos Pinot Noir y Chardonnay de viñedos ubicados a solo unos metros de distancia, son los primeros en utilizar el sistema Oritain. Las etiquetas de las botellas llevan un código QR para que los bebedores puedan ver la garantía de origen.
"Estábamos buscando una manera de ofrecer a nuestros valiosos clientes dos garantías", dijo Steve Smith MW, quien compró Pyramid Valley en 2017 con Brian Sheth.
"Primero, que los vinos sean 100% de donde decimos que provienen, y segundo, que proporcionen una prueba de origen en cada punto de la vida de un vino", dijo Smith.
Añadió: "Nuestra asociación ha proporcionado las respuestas y podría proporcionar al mundo del vino fino un sistema de verificación que vincule absolutamente el vino a la tierra: la 'huella digital de Oritain'".
Grant Cochrane, CEO de Oritain, dijo: “Nuestra tecnología nos permite brindarles a los consumidores la capacidad de rastrear su vino desde la vid hasta el barril y la botella. Es un gran avance para los fabricantes, ya que ofrece un nivel de trazabilidad sin precedentes”.
Esto es posible analizando las especificidades de un viñedo. "A medida que crece una vid, absorbe una proporción única de elementos según el mesoclima, la elevación, la lluvia, el tipo de suelo y las condiciones de crecimiento", dijeron los dos grupos en un comunicado conjunto.
Esa proporción está "impresa" en las uvas y Oritain puede identificarla en el vino terminado, dijeron, y agregaron que esta conexión con la tierra "resiste durante toda la vida del vino y nunca cambia".
Smith, de Pyramid Valley, agregó que el método también "respalda la historia del terroir único de cada parcela de viñedo en la granja de Waikari. Siempre hemos probado la diferencia, hoy podemos demostrarlo”.
Dijo que la bodega y Oritain esperan "afinar" el método a través de su colaboración.
Investigadores científicos de diferentes regiones han estudiado cómo los marcadores químicos pueden vincular el vino con su lugar de origen.
En Argentina, un estudio liderado por el Instituto Catena miró a su alrededor Vinos Malbec de diferentes parcelas de viñedodurante un estudio de 2011 publicado en el Diario de la química agrícola y alimentaria examinó el concepto de “huellas digitales químicas” asociadas con la composición del suelo para tres estilos de vino tinto en el país.
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